La subasta inversa, en la que el comprador define sus necesidades y los vendedores presentan sus ofertas quedando seleccionada la más baja, es la modalidad de compra más usada para realizar la compras de ARV.

Gracias a ese sistema, el sobrecosto fue moderado, un 36% respecto a los precios de referencia de ARV que publican MSF y OPS. Aún así en estas compras se podrían haber ahorrado 800 mil dólares que se podrían usar para evitar el desbasto que denuncian las organizaciones sociales.